Época: Mesopotamia
Inicio: Año 1800 A. C.
Fin: Año 500 D.C.

Siguientes:
Organización del Imperio
La Justicia
El Derecho
El ejército

(C) Alvaro Cruz García



Comentario

A la cabeza del Estado en Babilonia estaba el rey, que podía ser llamado Sharu rabu -Gran Rey- o bien Shar kishshati -Rey de la totalidad-. Sus atribuciones son casi infinitas, pues de su voluntad depende el funcionamiento del país. Cargo de carácter teocrático, se pensaba, siguiendo la tradición sumerio-acadia, que eran los dioses quienes entregaban los símbolos regios (corona, cetro, arma y círculo) al elegido. Si por alguna causa la continuidad dinástica quedaba interrumpida por algún acontecimiento grave, tal que una invasión, se pensaba que la realeza ascendía al cielo en espera de poder volver a ocupar su lugar.
Como representante temporal de la divinidad -ishhakkum-, era el máximo jefe religioso y encargado del culto. También todo el país era suyo, pues le había sido entregado por la divinidad. El proceso de identificación entre el monarca y lo divino derivó en ocasiones en la sacralización del rey.

En su función de gobierno, el rey era ayudado por un segundo o visir, denominado sukkallu, quien le auxiliaba en la administración de justicia, el gobierno de los territorios y la dirección del ejército y del sacerdocio. También se apoyaba en una serie de cargos de confianza, generalmente ocupados por familiares. Los dignatarios (manzaz pani) vivían también en palacio, encargados de controlar las principales tareas de la administración. En un segundo escalón estaban los resh sharri o funcionarios de menor nivel.